CENTENARIOS Y SEMANAS (A PROPÓSITO DE ANTONIO MACHADO Y BAEZA")

 
Hace unos meses, exactamente el 1 de noviembre de 2012, quedó clausurado con brillantez la celebración de Antonio Machado y Baeza 1912-2012. Cien años de un encuentro, un centenario con el que Baeza supo estar a la altura del poeta. Recuerdo que en las palabras que pronuncié en la clausura dije que al día siguiente comenzaría a correr la cuenta del segundo centenario que, esperaba y deseaba, otros pudieran celebrar, lo que sería señal de la vigencia de una palabra poética, la palabra esencial en el tiempo de Antonio Machado, y de una ciudad con profundas raíces históricas y rico patrimonio artístico. Por otra parte, afirmé también que el tiempo diría qué queda del esfuerzo desarrollado por la Comisión del Centenario del Ayuntamiento de Baeza y hasta qué punto se habrían conseguido alcanzar los objetivos de reconocimiento del poeta y de su obra y, muy particularmente, de la escrita durante la etapa de su estancia en Baeza, patrimonio literario de gran importancia en nuestra cultura; los de la difusión de la obra del poeta y cultivo de su memoria por ser ejemplo y lección como poeta y como ciudadano; y los del estudio de Antonio Machado y Andalucía, con atención a su vinculación con Jaén, dado que su llegada a Baeza había supuesto un reencuentro con su tierra de origen y dado que el estudio plural de este aspecto necesitaba de una atención.
Pues bien, a día de hoy, lo que más me importa es señalar que la celebración de la VII Semana Machadiana resulta especialmente importante por lo que supone de primer eslabón de la cadena de años que conducirán a la celebración del II Centenario. Después de haber asistido a tan importante número de actividades a lo largo de 2012, cuyo balance no cabe hacer aquí, se corría el riesgo de caer en la apatía por saturación, pero no ha sido así. Por lo tanto, si la celebración del I Centenario me produjo una gran satisfacción, el hecho de estrenar una nueva Semana Machadiana en este mes de febrero de 2013 me llena de alegría porque compruebo que esos objetivos de que hablo se van cumpliendo y porque así Baeza, con su Ayuntamiento al frente, demuestra que su vinculación con Antonio Machado es tan profunda como de larga proyección en el tiempo. Esta Semana Machadiana vale por eso más que todo un centenario al levantarse sobre él y al ofrecerse como el primer eslabón de una nueva cadena de años, esto es, como una pieza más de la memoria del poeta que convivió con los baezanos de entonces y, a través de su palabra, convive con los de ahora. Esperemos que lo siga haciendo en el futuro.

 

ANTONIO CHICHARRO