DOS POEMAS SOBRE BAEZA DE ÁNGELES AMBER

BAEZA

¡He vuelto! ¡Estoy aquí! ¡Estoy contigo!
¡Quién me lo iba a decir, sólo hace un año!
Hoy, ya ni un rincón tuyo me es extraño
y en cada piedra tuya me bendigo.

Por calles y callejas yo persigo
tu siempre vivo palpitar de antaño
y una fuente, del río de su caño,
me ofrece su caudal, en beso amigo.

He tomado el torrente que me incita
con la unción que se toma agua bendita
y al tenerlo en el hueco de mis manos

mi corazón me ha dado la certeza
de estar besando así toda Baeza
para ser uno más de los baezanos




POR TUS CALLES

Sin definir mi ruta mañanera
he querido estrenar contigo el día;
eres, Baeza, como estrella guía,
dentro del corazón y también fuera.

Voy, así, bendiciendo la cantera
que sus pétreas entrañas brindaría
para que fuesen lujo y pedrería,
columna, blasón, gárgola…¡Tú entera!

Desde un tapial se asoma, zalamera,
la fronda acogedora de una higuera:
La calle Angosta de la Compañía.

Busqué la Catedral y su silueta,
recortada en el cielo, casta y quieta
me dijo que Baeza ya era mía.