El CAUM escribe:
En sus locales se reunió la comisión organizadora, formada por los poetas José Manuel Caballero Bonald y Jesús López Pacheco, la ensayista Aurora de Albornoz, el crítico de arte Valeriano Bozal, el fiscal José Vicente Chamorro –promotor del homenaje—, y el ginecólogo Hernández Jiménez, socios y colaboradores del Club, además del juez de Baeza y el catedrático de francés del instituto en el que el poeta había sido profesor. Joan Miró hizo gratuitamente el cartel para promocionarlo, que también sirvió como portada del disco, clandestino, que se editó con Paco Rabal, Fernando Fernán Gómez y Fernando Rey recitando a Machado, y que se distribuyó profusamente desde el CAUM.
Tres autocares de socios del club, más un buen número de coches particulares, acudieron a Baeza, donde se pensaba colocar una escultura de la cabeza del poeta, realizada por Pablo Serrano, sobre un pedestal, del que se había encargado el arquitecto Fernando Ramón. La noche antes de la celebración del acto, el gobernador civil de la provincia prohibió la concentración, que se celebró de todos modos, aunque de manera muy distinta a como estaba previsto. La intervención policial convirtió lo que iba a ser un homenaje poético y humano a Antonio Machado en el primer acto de resistencia político-cultural de masas en España."