ROMANCE A BAEZA
Para ti, ausente.
Baeza
en dos mil quince
Vive mirando al pasado
Sin mirar la gente joven
Que marcha para otro lado.
La cultura, es su cultura,
Ecos de lejano estío
Agarrados a lo invisible
Como terreno baldío.
Se guarda como tesoro
Rastros de estilo y belleza,
Atrapada por su historia
Con iconos de grandeza.
Baeza quiere agarrarse
Al pasado y al presente
Con un estilo eclipsado
Como eclipsado su ambiente.
No se vive entre paredes
Ni en claustros de penitentes
Agrandando su memoria
Rota por tiempos presentes.
Hay que vivir con el tiempo,
Mirar sin miedo al futuro,
Y abrir los ojos dormidos
Haciendo un rastro maduro.
El suelo de nuestra tierra
Asesorando al silencio
Tiene que quedar en paz
Sin secuelas de otro tiempo.
Mirar
cómo nace el día,
Cielo y tierra, simplemente
Mientras los palacios hacen
Que los mire mucha gente.
Eso de ser Patrimonio
Y ofrecer sus monumentos
Dieciséis familias suben
Precios, platos, y sustentos.
Arcaicos los soportales
Toman vida, ecos sueltos,
Llamando a los visitantes
Pasivos, pero revueltos.
Baeza tiene en el tiempo
Un rastro de penitencia
Que arrastra en su soledad
Contrapuntos de inocencia.
Por aquí aparece un cetro,
Por allá, aura y bandera,
Una colcha en un balcón
Y una imagen de madera.
Baeza tiene sus torres
Algunas con espadaña
Presumiendo de ser ellas
Lo más grandioso de España.
También tiene sus estatuas
Con monjitas y varones
Con ojos de laureados
Puestas por muchas pasiones.
Esos que presumen tanto
De cultura y de estandartes,
No saben que están dormidos
Sin mirar para otras partes.
Ilusiones de un pasado
De dudosa gallardía
Aflorando
sus heráldicas
Mezcladas en osadía.
--Levantemos el presente
Viviendo con armonía--.
¡Baeza!, levanta el vuelo
Déjate ya del pasado
Búscate el rumbo perdido
Roto
por lo caducado.
Asómate al dos mil quince
Como quien limpia un pecado
Y piensa que ya no tienes
Ni guerreros, ni ducado.
Ese pasado que asoma
Solo para el forastero,
Mientras que otros tenemos
Soledad y un triste cero.
El pueblo al que yo adoro
No puede estar acabado,
Hay que ofrecer vida nueva
Y no mirar a otro lado.
II
La vida cambia y sostiene
Horizontes renovados,
Juventudes preparadas
Que respetan el pasado,
Pero
lo sueños que ostentan
En un presente innovado,
Hay que darle vida nueva,
Sin olvidar el pasado.
Hoy suena con otros tonos
La sinfónica Baezana
Donde arrancan sinfonías
Que anuncian un gran mañana.
--Pero Baeza no es eso,
Es la suma de los días…---
Entre pobres Bastidores
Algo se asoma al presente
Sintiendo que el arte llama
Un entramado impaciente.
Gente joven, savia rica,
Jugo de nuevas promesas
Fruto nuevo, fruto vivo
Sin ánimo de grandezas.
Ya está bien, los san Benitos
Los entramados latines
Y los mitos que entorpecen
Nuevos y bellos confines.
Respetemos el pasado
Sin querer hacerlo eterno
Y miremos el presente
Como un amigo moderno.
Hay quien mira ser corona,
Y bastón, y hasta el ducado,
Sabiendo que ensucia el polvo
Del sillón acomodado.
Pero Baeza no es eso
Sino el presente ganado.
La vida ¡ay! Por la vida
Hay que pasar sonriendo,
Y con Baeza cantando
Las canciones de lo eterno.
La paz y su melodía,
El bien estar de su gente
Y sentir que vamos juntos
Con la ilusión del presente.
Un futuro bien logrado
Sin castas, sin San Benitos
Y un consenso admirado.
--Los laureados latines
Hablando de lo pasado --.
Son recuerdos, no presente
Abrámoslo al dos mil quince
Sin mirar para otro lado.
Baeza, octubre de dos mil quince
ANTONIO CHECA